Revista de Mediación

ADR, análisis y resolución de conflictos

Recensión de libro. Mediación: habilidades y estrategias. Una guía práctica


Publicado en Volumen 8 – 2015, Nº. 1

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Resumen:

Autor: TONY WHATLING Editorial: NARCEA ISBN: 9788427719422 Páginas: 144 Edición: 1ª edición 2013

Siendo como es John M. Haynes uno de los pioneros en mediación en divorcios, es cierto que a menudo ha quedado excesivamente relegado a un segundo plano, al menos en nuestro país, superado por el fuerte empuje de los autores norteamericanos de sobra conocidos por todos. Sin embargo, hay toda una escuela de mediación que nos viene de nuestro vecino Reino Unido. Una escuela que tiene en Haynes su mejor referente. Autor del clásico “Fundamentos de la mediación familiar” (que ha vuelto a reeditar Gaia en 2012), falleció en 1999, no sin dejar una huella perdurable. Británica es también la respetada mediadora Lisa Parkinson, cuyo libro “Mediación Familiar: Teoría y Práctica”, publicado por Gedisa en 2005, fue bastante bien acogido por los mediadores españoles. Y desde hace un par de años ya está presente entre nosotros, gracias a Narcea Ediciones, el autor del libro que aquí reseñamos, el también británico Tony Whatling, un experimentado mediador que nos trae su mejor práctica en este libro básico. No básico de simple, sino de sencillo y próximo, de fundamental, de clave. Whatling tiene a Haynes como modelo; de hecho, fue entrenado por éste; y referencia en varios momentos a algunas de las mejores aportaciones de Parkinson. Pero no se queda ahí. A la influencia “haynesiana” en este libro, aporta Whatling su mucha experiencia y su mucho saber sobre intervención.

Inicia el recorrido a través del debate clásico en mediación sobre las distintas formas de mediar en base al rol del mediador, y, en concreto, sobre cuánto de activo debe ser su papel para no perder su imparcialidad o para que el proceso no pierda su naturaleza autocompositiva. Así, revisa los conceptos de mediación facilitadora, mediación evaluativa y mediación directiva, conceptos de larga trayectoria anglosajona, aunque menos instaurados en nuestros debates. E igualmente da cabida y hace referencia a la mediación transformativa, la narrativa y a la mediación no-directiva de corte rogeriano. Frente a las visiones menos directivas, pero también frente a las más directivas y evaluativas, es interesante el planteamiento que hace Whatling, apoyándose en Hayes, sobre la concepción estratégica de la intervención del mediador. Plantea que no sólo no es negativo que el mediador tenga hipótesis, sino que es necesario y oportuno para una adecuada intervención. Cuánto daño ha hecho a nuestra profesión una mala comprensión de esta idea. No es falta de neutralidad tener hipótesis y querer aclararlas. Es intervención dirigida a un fin, esto es, participar profesionalmente como facilitador en los conflictos para que aquellos que los viven puedan superarlos. Parece apostar Whatling por la mediación facilitadora, como aquella con la que se siente próximo; pero entendiendo a su vez que la intervención requiere estrategia, y en ocasiones directividad y buen manejo de las situaciones, que no es lo mismo que ser controlador (Managing vs. Controlling_)_. No es decirle a las partes qué tienen que hacer o qué tienen que acordar; es emplear nuestras técnicas con una estrategia concreta que les sea de ayuda en su camino a la resolución del conflicto, desde manejar las emociones a focalizar la atención al futuro, etc. Ello hace que una buena intervención profesional requiera una adecuada y rica colección de herramientas. De todas formas, no pretende dar respuesta a este debate clásico. Ya hay muchos textos que se dedican a ello, algunos muy buenos, otros no tanto, que justifican una actuación o la contraria. El de Whatling es un libro práctico. Y necesario.

Y es que a Whatling le interesa la técnica y qué es lo que la psicología puede aportar a la mediación. Así, incorpora aportaciones del Análisis Transaccional (A.T. en adelante), de Eric Berne, a la mediación, como es el modelo “Yo estoy bien-Tú estás bien”, de Thomas Harris, o como el concepto de “guión”, abordado extensamente por Claude Steiner o por el propio Berne. No es éste el único texto en que defiende la traslación de conocimientos del A.T. al mundo de la mediación. De hecho, en el artículo que Whatling escribe en este mismo número de Revista de Mediación, incluye en su repertorio el trabajo de atención e identificación de transacciones cruzadas y de redirección hacia transacción adulto-adulto. Y es que tanto el A.T. como la mediación prestan atención a la interacción/transacción y requieren del profesional estar atento a los “juegos” que se producen en la comunicación entre los mediados (“juego” en el sentido planteado por Berne en el A.T. y desarrollado por otros autores, tales como Steven Karpman). Sabemos que Whatling prepara un nuevo texto y estamos seguros que en esa obra, que esperamos con ansia, profundizará aún más en este tema.

Pero regresemos a “Mediación: habilidades y estrategias”. Su tono es próximo; nada de cubrir de tecnicismos absurdos y oscurantismos lo que necesitamos que nos llegue claramente. Rara vez hemos visto tan bien explicadas técnicas y estrategias tan fundamentales para el mediador. Gracias a su vasta experiencia, el autor nos lleva a un repaso de todas las técnicas más fundamentales en mediación: desde las básicas de escucha, el arte de preguntar, el manejo del silencio, el resumen, el reflejo y el parafraseo, a otras más complejas y menos conocidas por aquellos que no hayan seguido la magistral obra de Haynes, tales como la normalización, la mutualización, la concatenación, o el reencuadre. Es cierto que una “caja de herramientas” no hace al profesional, pero un profesional sin “caja de herramientas” -sin un buen “cuchillo suizo multiusos”, parafraseando al autor-, es poco profesional. Pero tras la explicación de las técnicas, vemos mucha experiencia, mucho “saber hacer”, y el tono distendido pero experto de Whatling nos lo hace sentir.

En conclusión, nos encontramos ante un libro de lectura obligatoria para cualquier alumno y aprendiz de mediación, que les ayudará a conocer mejor la profesión al desvelarles nuestros mejores secretos profesionales. Pero que no piensen los ya mediadores en activo que este libro no tiene nada que aportarles. Todo lo contrario. De lectura muy agradable, el refresco de las técnicas y de las estrategias mediadoras, y la experiencia del autor que subyace en cada ejemplo, nos va a ayudar a reforzar y mejorar nuestras actuaciones.

Tras su lectura, ya sólo queda esperar con ilusión ese nuevo libro que Whatling nos promete.